sábado, 11 de julio de 2009

Las uvas de la ira



Acabo de concluir la lectura de "Las uvas de la ira", de John Steinbeck (Alianza Editorial, 686 páginas). Puedo afirmar, sin lugar a dudas, que es una de las mejores novelas que he leído hasta la fecha, y de mayor impacto emocional. Sencillamente extraordinaria.

Año 1929, Estados Unidos de América, la superpotencia económica mundial, cae en picado en una de las mayores bancarrotas que se recuerde, la miseria y la hambruna toman el país; pocos se libran.

En plena era de pobreza, 1930, un joven llamado Tom Joad, un buen chico de provincias, de nobles sentimientos, sale de la cárcel tras haber cumplido condena por un delito por cuestiones de honor. A su regreso a casa, ve como aquella tierra en la que creció y se crió, sustento de toda su familia y de gran parte de su Oklahoma natal, está devastada, seca bajo una gran capa de arena y polvo que todo lo cubre. Su casa, su vecindario, un pueblo fantasma lleno de recuerdos. Tom, busca a su familia para obtener explicaciones: la sequía les ha arruinado las cosechas y sumido en la miseria.

Tom y su familia emprenderán entonces un viaje hacía el sueño americano, hacia la fértil california, donde el sol brilla y las penas son menores entre campos de naranjos y otros frutales. Por el camino se encontrarán con otras familias con las mismas ambiciones, los mismos intereses, y la misma desesperación; puesta a prueba de la bajeza moral de cada uno de los miembros, de los cuales, algunos seguirán luchando, otros desertarán, huirán, y otros perecerán en el camino y en el intento.

Una polémica historia sobre emigración en el seno de la gran nación de naciones. Historia que hoy por hoy sigue resultando realmente actual y sobrecogedora. Un relato en el que se mezcla la política pura, de sindicalismo, derechos humanos, de racismo y xenofobia, y cuestiones de honor y sacrificio, tanto personal como familiar.

Epopeya de una corriente masiva de desterrados en odiséico viaje por obtener el sueño americano. Mezcla de una narrativa genial, con una excepcional inteligencia emocional alternando todo con capítulos de brillante poesía en prosa.

La obra más importante del genial John Steinbeck con la que el autor californiano obtuvo el máximo galardón literario por obra, el premio Pullitzer. Obtuvo en 1962 el premio Nobel por una carrera plagada de éxitos y haber plasmado como nadie luchas sociales y condiciones humanas de misericordia, de manera imaginativa y realista.






John Steinbeck (Salinas, 1902 - Nueva York, 1968). Narrador y dramaturgo estadounidense, famoso por sus novelas que lo ubican en la primera línea de la corriente naturalista o del realismo social americano, junto a nombres como E. Caldwell y otros. Obtuvo el premio Nobel en 1962.

Estudió en la Universidad de Stanford, pero desde muy temprano tuvo que trabajar duramente como albañil, jornalero rural, agrimensor o empleado de tienda. En la década de 1930 describió la pobreza que acompañó a la Depresión económica y tuvo su primer reconocimiento crítico con la novela Tortilla Flat, en 1935.

Su estilo, heredero del naturalismo y próximo al periodismo, se sustenta sin embargo en una gran carga de emotividad en los argumentos y en el simbolismo que trasuntan las situaciones y personajes que crea, como ocurre en sus obras mayores: De ratones y hombres (1937), Las uvas de la ira (1939) y Al este del Edén (1952). De ratones y hombres, llevada posteriormente al cine, trata sobre un retrasado que inocentemente provoca una serie de catástrofes en un rancho, los cuales concluyen con su muerte.

Las uvas de la ira surgió de los artículos periodísticos que Steinbeck había escrito sobre las nuevas oleadas de trabajadores que llegaban a California, y desató polémicas encendidas en el plano político y en la crítica, ya que fue acusado de socialista y perturbador. El argumento de esta novela narra la migración de familias de Texas y Oklahoma que huían de la sequía y la miseria, en busca de la californiana Tierra Prometida.

La prosa de Steinbeck tiene un fuerte componente alegórico y espiritual, y se sustenta en la piedad e interés del autor por los desfavorecidos de todo tipo, por lo que una parte de la crítica lo ha acusado de sentimentalismo e incluso de cierto ejercicio didáctico más o menos velado en algunos de sus personajes, sobre todo en las mujeres. Pese a ello, se lo ha clasificado dentro del realismo naturalista marcado por las novelas de T. Dreiser, como Una tragedia americana, naturalismo basado en la idea filosófica del determinismo histórico.

Otros le han adjudicado el mote de "novelista proletario" por su interés en las experiencias de las poblaciones de inmigrantes y los problemas de la clase obrera, añadido a su postura socialista o redentora. Por ejemplo, Las uvas de la ira ha sido catalogada como la novela más revulsiva de la década de 1930, pues provocó la reacción fervorosa y humanista de un amplio público opuesto a las clases conservadoras. Las ideas socialistas de Steinbeck estaban no obstante más relacionadas con la emancipación reformista evangélica del siglo XIX que con la literatura marxista; de ahí que su prosa, a pesar de sus mensajes humanistas, no pueda ser identificada con el realismo socialista que ya asomaba en esa época.

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